Me voltié para ver una ves mas al sol,
entre el anochecer, el sol por ultima vez brillaba.
La luna su cabeza blanca asomaba,
y yo a oscuras me quedaba.
No tuve miedo a la oscuridad,
seguí caminando sin rumbo.
Acompañado de mi soledad,
prendí un cigarrillo,
y me escabullí como un pillo.
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