jueves, 28 de octubre de 2010

Incurable enfermedad

Los arboles y los paisajes,
acompañaron a mi inspiración.
Es largo el camino y el viaje,
para encontrar los versos
que te describan en una canción,
y explicar lo que sentía cuando uníamos nuestras bocas,
y nos dábamos unos cuantos besos.

La impaciencia y la soledad,
entraron sin permiso a mi habitación.
El remedio no pudo curar la enfermedad,
y eso que se apaga en la oscuridad
es mi ilusión.
Se que te perdí, pero todavía mi mundo no esta perdido.
Solo quiero que sepas que tu nombre no caerá en el olvido.

Te di por perdida,
pero si nos encontramos de nuevo en esta vida,
solo pido un deseo:
espero que no sea solo en mis sueños.
Porque en ellos, por momentos
finjo ser tu dueño,
después al despertar vivo la cruda realidad,
y padezco una incurable enfermedad.

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