jueves, 14 de julio de 2011

Poema de los deseos no cumplidos y que no voy a poder ver cumplir

¿Quién soy y para que vine?
todavía no lo averiguo.
Si espero y tengo bien claro
lo que quiero dejar antes de partir.

Que digan yo conocí a ese tipo,
y no ser un fantasma precario
de un pasado en que yo estuve presente.

Dejar mi apellido,
que le cuenten a mis nietos quien fui.
Saber que fui alguien,
pero saberlo antes del final del camino.

¿Si hay otra vida?
para que la quiero,
el ser humano es una
maquina con una rutina
acoplada a un sistema barato y falso.

Y si la hay
espero ser la diferencia.
Demostrarle a la gente que se puede.

Pensar,
pensar es para los idiotas.
Uno aunque piense siempre pierde algo,
la vida siempre te da a elegir entre dos caminos
pero con el mismo fin:
perder.

El destino,
es una mentira, no existe.
Si no la vida no tendría sentido,
y muchos en la misma se preguntan
si verdaderamente tiene sentido,
si total si uno
nace, crece se caga de hambre,
sufre y finalmente la puta muerte
te toca el timbre cuando decís:
"soy feliz"

La muerte, el fin del camino.
¿Ves?
¿de qué sirve pensar?
Ni el más inteligente se salva,
que importan las matemáticas,
un cálculo no te ayuda a escapar.
La muerte, curiosidad por ella,
y varias dudas sobre la ciudad
que hay detrás de las estrellas.

Una ciudad que dicen que es el paraíso.
Pero en fin,
mis deseos imposibles de cumplir,
son prisioneros de mi conciencia
voz de la verdad que grita como
mi corazón a punto de escaparse
con el viento y undirse en el mar,
pero antes gritarle con el último aliento de mi voz:
¡MUERTE MORITE! no te quiero conocer,
y decirle a todos
LOS ERRORES SIRVEN PARA CRECER. REVOLUCIÓN.

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